Aprende cómo iluminar un cultivo interior

Para saber cómo iluminar un cultivo interior es necesario tener en cuenta las dos grandes etapas de desarrollo de la marihuana: el crecimiento y la floración.

Cómo iluminar un cultivo interior: espectro de luz para el cultivo de marihuana

Cuando se habla del espectro de la luz podríamos traducirlo como el color de la luz. Algunas luces son más azuladas o frías y otras más rojizas o cálidas.

Las luces azuladas, de entre 5.000 y 6.500 K, son indicadas para empezar a saber cómo iluminar un cultivo interior para el período de crecimiento; mientras que para la floración es conveniente el espectro de 2.000 a 4.000 K, de color anaranjado.

Cómo iluminar un cultivo interior: cantidad de horas de luz e intensidad

En esta primera etapa de desarrollo las plantas de marihuana requieren 18 horas diarias de luz, aunque no es necesario que sea de gran intensidad y basta con unos 30.000 lúmenes por metro cuadrado.

Cuando empieza la floración la tendencia cambia, y aunque las horas de luz necesarias son menos, solo 12 al día, la intensidad sí que debe aumentar hasta unos 50.000 o 70.000 lúmenes por metro cuadrado.

Es importante respetar estos ciclos y darles oscuridad la mitad del día para estimular el crecimiento de los cogollos.

Además, las luces artificiales en los cultivos de indoor son lo que le indica a la planta cuándo es momento de florecer. Si no le bajas las horas de luz tu planta no se enterará y no empezará a cogollar.

Cómo iluminar un cultivo interior: focos de cultivo de marihuana

Para saber cómo iluminar un cultivo interior de la menar correcta, debes elegir el tipo de focos. Las mejores opciones son los tubos fluorescentes o las lámparas de alta presión.

Los focos fluorescentes se pueden usar en diferentes etapas del cultivo con excelentes resultados. Son especialmente indicados para el período de enraizamiento de esquejes y de crecimiento, así como para mantener a las plantas madre.

Las ventajas de este tipo de focos para cultivo interior de  marihuana son varias: son económicos, tienen una vida útil larga y su intensidad y calor son moderados, ideales para las etapas mencionadas.

Hay diferentes tipos de lámparas fluorescentes, y entre los más habituales hay los CFL y los tubos.

Luego tenemos lo que se conocen como luces de alta presión, con dos tipos destacados: los focos de halogenuro metálico y los de vapor de sodio.

Las lámparas de sodio, por el contrario, sí que son ideales para la etapa de floración por su intensidad, lo que permite maximizar la cosecha. Para que los resultados de producción sean óptimos deberías calcular 400w a 600w por metro cuadrado.

Consejos de La Juana sobre cómo iluminar un cultivo interior

Según nuestra experiencia, no es necesario darse muchas vueltas averiguando Cómo iluminar un cultivo interior; lo más conveniente es tener un solo equipo de balastro + reflector, y combinarlo con una bombilla de halogenuro metálico en la primera fase, y con una de vapor de sodio en la floración.

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